“El eslogan es la crisis, pero llevamos años con problemas en La Trinidad”

La calle de la Trinidad, una de las 'arterias' del barrio. / T.M.

La calle de la Trinidad, una de las ‘arterias’ del barrio. / T.M.

Abandono y cierta resignación. Pueden ser las dos palabras que resuman el sentir general de los vecinos en la histórica barriada de La Trinidad. Llevan años reclamando inversiones y mejoras en la zona, sin que hayan sido atendidos. “El eslogan ahora es la crisis, pero llevamos años con problemas y no se han resuelto”, explica Juan Romero, presidente de la Asociación de Vecinos ‘Trinidad-Centro’. La proliferación de los solares vacíos y sin uso, los problemas de seguridad o el deterioro de las viviendas de alquiler social son algunos de esos obstáculos para que el otrora popular barrio recupere parte de su esplendor perdido.

“El barrio sigue estando, pese a todo, en un estado lamentable”. En lo primero en lo que Juan piensa cuando se le pregunta cómo está La Trinidad es en los solares. Fue motivo de batalla en 2009, cuando los vecinos alzaron la voz, hartos de los problemas de suciedad e inseguridad en los terrenos que se han ido quedando vacíos tras las demoliciones de muchas viviendas y edificaciones ruinosas. Hoy existe suelo, fundamentalmente privado, para construir, al menos, un centenar de inmuebles, pero la crisis económica es ahora el muro con el que se topan. “Muy pocos constructores se animan a construir y menos con la fama que está cogiendo el barrio”, lamenta.

La confluencia de calle Carril con Plaza Montes. / T.M.

La confluencia de calle Carril con Plaza Montes. / T.M.

Los solares conviven con los varios centenares de viviendas sociales que la Junta de Andalucía construyó en las zonas más degradadas. Hasta hace unos meses eran gestionadas por el Ayuntamiento pero ya han sido transferidas, aunque con una ‘particularidad’: cuenta con deficiencias técnicas que no han sido solventadas, pese al convenio entre ambas administraciones. El Ejecutivo andaluz alega que no hay dinero y, según explica el presidente, llama a organizarse en comunidades de vecinos para abordar las obras ellos mismos. “Ellos son los inquilinos y no los propietarios y son éstos los que deben hacer las obras”, explica.

Problemas de seguridad

Esas viviendas concentran los principales problemas de seguridad. Muchos de los vecinos ‘trinitarios’ que habían echado raíces en el barrio décadas atrás, fueron realojados en otras zonas de la capital mientras se rehabilitaban sus viviendas o, directamente, se construían unas nuevas. Sin embargo, muchos de esos ‘emigrantes’ de La Trinidad no volvieron. En su lugar, se fueron ubicando muchas familias con poder adquisitivo bajo y con problemas de adaptación social. “Hay gente que se han adaptado a la perfección y hay otros que no saben convivir con los demás, que quieren hacer lo que les da la gana y generan mal ambiente”, advierte Juan.

Esos problemas de seguridad los sufren mientras reclaman una mayor presencia policial. Se refieren a la “cacareada” policía de barrio que, hasta ahora, apenas ha tenido protagonismo en la zona. Desde el Ayuntamiento, defienden la escasez de efectivos, según explica el presidente. Pero la realidad es que muchos de esos conflictos vecinales han de ser prácticamente ‘autogestionados’.

Hay gente que se han adaptado a la perfección y hay otros que no saben convivir con los demás, que quieren hacer lo que les da la gana y generan mal ambiente

Las reivindicaciones, desoídas

Se sienten desatendidos. Sus reivindicaciones, repetidas en muchas peticiones por escrito, son desoídas por las administraciones. Desde la limpieza de los solares, hasta la poda de los árboles en grandes calles como Don Juan de Austria pasando por el arreglo de aceras y numerosos desperfectos en el mobiliario urbano en muchos puntos del barrio. “No nos escuchan, no nos reciben, no nos atienden; los vecinos vienen protestan, pero todo es muy lento”, lamenta Juan, con cierto tono de resignación.

Esa desatención la sufren también con el Convento de La Trinidad. Tras el derribo de los pabellones militares el pasado mes de diciembre, que ha causado división de opiniones en el barrio, esta ‘joya’ histórica se mantiene sin contenido. La Junta de Andalucía sigue sin dar una respuesta a los vecinos y sin contar con ellos.

Ese ‘abandono’ que sienten no se corresponde con la historia de un barrio que, como recuerda el presidente de sus vecinos, sigue estando en un estado “lamentable” años después. Ahora, también con crisis.

Sobre el autor

Redactor

Periodista. De origen jienense, pero con vida malagueña. El optimismo, mi mejor arma.

Número de entradas : 98

Comentarios (3)

Deja un comentario

Desplácese hasta la parte superior