El entorno de Tomás de Cózar y Beatas sigue deteriorándose entre quejas vecinales

Entrada de Tomás de Cózar, con un edificio abandonado en muy mal estado. / T.M.

Entrada de Tomás de Cózar, con un edificio abandonado en muy mal estado. / T.M.

“Esto es insoportable”. Son las palabras de uno de los vecinos de la calle Beatas. Lleva más de 45 años viviendo allí y en la puerta del local comercial de su propiedad cuelga el cartel de ‘Se vende’, sustituido por el de alquiler. No aguanta más el estado de deterioro de la zona y los problemas derivados de la ‘movida’ durante los fines de semana. Su opinión coincide con la de muchos vecinos de la zona, que alzan la voz para reivindicar una mejora de todo el entorno y una mayor vigilancia a diario y especialmente desde el jueves hasta el domingo.

Es la zona lateral de calle Granada. A pocos pasos está el archivisitado Museo Picasso Málaga y la céntrica plaza de la Merced. Pese a su ubicación privilegiada, el entorno de cale Betas y Tomás de Cózar sigue deteriorándose entre las quejas de los vecinos. Hace más de cuatro años, éstos constituyeron una plataforma ciudadana con la que reivindicar la revitalización de una zona muy castigada. Ahora, tras una reforma del mobiliario y el pavimento y un tiempo después, las quejas se repiten. La suciedad, las pintadas, el ruido y la inseguridad son algunos de los motivos.

La realidad de las calles

Un portal con numerosas pintadas en Beatas. / T.M.

Un portal con numerosas pintadas en Beatas. / T.M.

En el caso de la calle Beatas, la ‘movida’ de la noche durante los fines de semana es el principal quebradero de cabeza. No sólo por el “insoportable” ruido en las noches desde el jueves hasta el domingo, sino por los efectos que conlleva. Orines, vómitos, actos vandálicos en portales o fachadas, peleas… Han pedido al Ayuntamiento una mayor vigilancia en la zona, pero creen que la presencia policial es absolutamente insuficiente. Incluso, se han planteado la posibilidad de contratar seguridad privada pero, según explica María José Soria, presidenta de la Asociación Centro Antiguo, surgen dos problemas: el enorme coste económico para las comunidades de propietarios y la incapacidad de estos trabajadores para actuar ‘in extremis’ en una situación de inseguridad.

Tomás de Cózar es paralela a calle Beatas. No sólo la falta de limpieza preocupa a sus vecinos, sino los solares y edificios abandonados, que alimentan la presencia de las ratas. “Si no fuera por los gatos, las ratas nos comerían”, destaca María del Carmen Ortega, una de las vecinas. El principal terreno sin edificar es el que iba a ir destinado a una gran promoción de apartamentos que ha sido pospuesta por la crisis económica. Justo enfrente de éste se ubica un bloque en semirruina con los balcones destrozados.

“Todos los fines de semana es un escándalo”, explica Antonio Navas, que vive en uno de los edificios del ‘apéndice’ de calle Tomás de Cózar, junto a los baños árabes. “Sigue habiendo botellón a las 2 o las 3 de la mañana y no les dicen nada”, lamenta el vecino, quien se queja, también, del estado del cableado en toda esta zona.

Esto iba a ser la milla de oro y muchos compraron para luego construir… Ahora, la realidad es bien distinta

Todas esas instalaciones abandonadas están en manos privadas que han dejado en suspenso sus proyectos por la crisis económica. “Esto iba a ser la milla de oro y muchos compraron para luego construir… Ahora, la realidad es bien distinta”, explica María José Soria.

Reivindicaciones con historia

Esta realidad no es nueva. Hace más de cuatro años, vecinos de la calle Beatas y el entorno crearon una plataforma ciudadana con la que reivindicar la revitalización de una zona muy castigada por el paso de los años. Un tiempo después se llevó a cabo por parte del Consistorio una actuación que se limitó, casi en exclusiva, al pavimento -colocando mármol- y al mobiliario urbano. “Se prometió una rehabilitación completa de la judería en el PGOU, pero sólo se consiguió que arreglara el suelo”, explica María José.

En la calle Granada, los comerciantes esperan con cierta inquietud las obras en el pavimento de la parte superior. Mientras, en su lateral los vecinos de sus calles esperan la rehabilitación completa pro.metida

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Periodista. De origen jienense, pero con vida malagueña. El optimismo, mi mejor arma.

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