La larga espera del río Guadalmedina
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Los laterales del cauce acumulan suciedad mientras se espera a su remodelación definitiva
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El colectivo Ruedas Redondas consigue un millar de firmas para construir un corredor verde para bicis y peatones
Es media mañana y un joven pasea en bicicleta por el río Guadalmedina, a la altura del barrio de La Trinidad. No hay restos de agua, y observa con denuedo uno de los laterales salpicado de desperdicios. Tras esquivar un tronco de grandes dimensiones para y abre una bolsa. Recoge restos metálicos y sigue pedaleando bajo la atenta mirada de un indigente que ha instalado su hogar a la intemperie en las escaleras que conducen hasta el puente de la calle Mármoles.
Esta escena sucede una mañana de un día laborable en un cauce que ha sido imagen en multitud de proyectos. En el cauce de un río que divide en dos el distrito centro de la ciudad y que sigue a la espera de una solución muchos años después de que el debate en torno a ésta se pusiera sobre la mesa por todas las administraciones.
Sin limpieza
Las lluvias han sido intensas en los últimos meses. Las más fuertes tuvieron lugar en noviembre, cuando el centro de la ciudad sufrió una importante inundación. Las continuas precipitaciones y el agua que ha vuelto a su cauce en varias ocasiones ha hecho que éste acumule restos que aún no han sido limpiados. Desperdicios, ramas e, incluso, troncos de árboles se acumulan en los laterales.
Aunque el río está en una zona que es tierra de nadie para los vecinos, pues no pertenece a ninguna de las asociaciones del distrito, ya ha despertado algunas críticas especialmente en el colectivo de La Trinidad que cree que Junta o Ayuntamiento deberían tomar cartas en el asunto y evitar la degradación en un área tan céntrica.
Un corredor para bicis
Ver Corredor verde del Guadalmedina en un mapa más grande
Ante este estado, ya han surgido algunas iniciativas para recuperar este enclave para el uso ciudadano. La Asociación Ruedas Redondas ha propuesto que el “espacio degradado” que hoy representa el río se convierta en un corredor verde bajo el nombre ‘Del mar al jardín botánico’. Se trataría de un paso previo a las remodelaciones y obras en profundidad que hay previstas en la zona.
Para buscar apoyos, al igual que hicieran desde la Plataforma Torre Vigía con el proyecto del hotel de Moneo en Hoyo Esparteros, han echado mano de Change.org. Ya han logrado superar la barrera del millar de firmas en torno a un proyecto que, según el presidente del colectivo, Alonso González, supondría “unos trabajos mínimos de limpieza y compactación”. Este corredor permitiría conocer el río a muchos malagueños y “cuando lo hagan suyo, será de verdad el río de la ciudad y llegará el momento de acometer esos grandes planes de remodelación”.
Un corredor verde permitiría que los malagueños conocieran el río y lo hicieran suyo y sólo así será de verdad el río de la ciudad y llegará el momento de acometer esos grandes planes de remodelación
La recogida de firmas se inició hace algo más de un mes. Ya ha conseguido más de un millar de firmas y el objetivo que se han planteado desde Ruedas Redondas es llegar a las 1.500 para entregárselas al alcalde, Francisco de la Torre, y el delegado municipal de Medio Ambiente.
La remodelación pendiente
Desde hace años, la remodelación del río se mantiene en el debate político, sin que se haya planteado una solución definitiva. La propuesta ganadora del concurso de ideas convocado por el Ayuntamiento de la capital, obra del arquitecto José Seguí, sigue en un cajón. Esta alternativa, que se basa en la eliminación de los diques laterales de contención del río, era la que se contraponía a la que se centraba en embovedar todo el cauce.
La idea de Seguí, que preguntado por TerritorioMalaga.com por el estado del proyecto se limita a decir que se encuentra en manos de la Fundación Ciedes, se basa en reafirmar el embalse de El Limonero no como presa sino como embalse regulador, para que no haya peligro de inundaciones en el futuro. Con un presupuesto de 146 millones de euros en ocho años, el objetivo es hacer accesible gran parte del río para el viandante, no sólo con la urbanización en las riberas, sino con la construcción de infraestructuras importantes en toda la zona centro.
Decía Jorge Manrique en las Coplas a la Muerte de su padre que nuestras vidas son los ríos que van a dar en la mar. Hoy ese proyecto ganador sigue en un cajón, por falta de presupuesto. Entretanto el cajón siga cerrado, el Guadalmedina seguirá sin revivir.
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